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“De Ushuaia a La Quiaca, de Cabo Polonio a los Andes: Imágenes de emigración del Friuli Venezia Giulia”. Comentarios de algunos de los partners locales.
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Historia de la emigración regional

Gian Carlo Bertuzzi

¿Es la emigración un destino, una condena para quien ha nacido en lugares en los que el orden natural no ofrece ni depara otra cosa que miseria? ¿Representa la emigración una valerosa elección por parte de quien persigue "mejor suerte" y favorecer, consecuentemente, la propia condición y la de la propia familia? ¿Forma, acaso, la emigración parte de un determinado sistema económico-social que la produce, aun cuando contribuye a sostener dicho sistema? ¿Puede constituir la emigración una fuente de bienestar para aquellos que parten y para quienes permanecen? ¿Es, única y exclusivamente, fuente de degradación social, cultural, económica y demográfica para las localidades de origen de los emigrantes, o bien puede ser ambas cosas a la vez?
Una vez introducidos en materia, pasemos a analizar históricamente el caso que nos ocupa: el de la Región de Friul-Venecia Julia.

Ya desde los primeros tiempos eran numerosos los habitantes de Carnia que se desplazaban y trasladaban incluso a localidades muy remotas para desempeñar los más variados oficios y profesiones de los que se habían convertido en especialistas, al igual que ocurría en otras áreas alpinas. Estamos hablando de tejedores, artesanos, mozos de cuerda, sirvientes, criados y, sobretodo, los denominados “cramârs” o mercaderes ambulantes. Algunos se convirtieron en comerciantes al por mayor de específicos productos, estableciendo puestos de venta en los principales centros de las zonas de mercado, amasando así sumas de dinero considerables, construyendo casas nobiliarias, adquiriendo bienes inmuebles tanto en Carnia como en otras localidades. En estos casos, es posible hablar de una “emigración del bienestar”, para mantener y consolidar un nivel de vida que de otra forma no sería posible alcanzar y asegurarse.

Este sistema llegará a su término a mediados del siglo XIX, coincidiendo con el momento en que el desarrollo y revolución industrial contribuirán a cambiar radicalmente la realidad económica a nivel europeo. La propia expansión de la industrialización, del proceso urbanizador, de la red de transportes, exigirá cada vez más mano de obra en todo lo relacionado con el sector de la construcción y, si bien no se verán alteradas las localidades de destino, sí cambiará la estacionalidad de dicho fenómeno: no tendrá ya lugar durante los meses invernales, sino desde la primavera hasta el otoño, durante el período más propicio para los trabajos y obras de construcción. Tanto las oportunidades laborales como las relativas expectativas concernientes al estado de bienestar junto con los oficios y las profesiones que recaen en el ámbito de la construcción parecen garantizar, hacen depender cada vez con mayor intensidad, tanto cuantitativa como cualitativamente, el futuro individual y familiar del fenómeno migratorio. Dicho fenómeno irá expandiéndose gradualmente desde las tradicionales zonas montañosas hacia la llanura donde los campesinos y agricultores sobre los que gravan los impuestos, sometidos a pactos coloniales injustos, sujetos de los graves daños ocasionados por las enfermedades y plagas del gusano de seda y de la vid, ven la única posibilidad de modificar el propio destino encaminándose hacia un mundo nuevo y lejano que algunos agentes de emigración sin escrúpulos califican, con frecuencia, de maravilloso. Miles de personas emigrarán a finales del siglo XIX rumbo a Brasil y Argentina, mientras que con el comienzo del nuevo siglo otros tantos miles de emigrantes se embarcarán rumbo a Norteamérica. En ese mismo período, los países de Europa Central verán llegar cada año hasta 100 000 temporeros, a menudo organizados en grupos de trabajo cuando no se trataba de empresas propiamente dichas, llegando a protagonizar algunas de estas últimas el desarrollo urbanístico e infraestructural de las ciudades en las que se asentaban. A comienzos del siglo XX, la emigración ya no representa tan sólo la solución a un problema de miseria y pobreza generalizada, sino que se convierte en un sistema económico que, transfiriendo gran parte de la mano de obra al extranjero, condiciona significativamente las perspectivas de desarrollo interior. Precisamente por esta razón el primer conflicto mundial, estancando las actividades a las que se dedican los emigrantes e interrumpiendo los flujos de trabajadores previamente consolidados, pone fin a aquel sistema y anula las que fueran hasta ese momento las únicas fuentes de ingresos. Durante la posguerra, Francia, Bélgica y las Américas podrán sustituir tan sólo parcialmente aquello que ofrecían los países de Europa Central. La inestabilidad política y el estancamiento económico de los años 20’s y 30’s agotarán ulteriormente cualquier posibilidad de encontrar de qué vivir en el extranjero. Muchos países impondrán limitaciones al fenómeno migratorio, mientras que en Italia el régimen fascista pondrá en acto una política demográfica hostil a la emigración que deberá, sucesivamente, atenuarse con motivo del recrudecimiento del problema del desempleo, hasta poner a disposición del Tercer Reich miles de trabajadores agrícolas e industriales precisamente a las vísperas del conflicto. Durante aquellos años surge la emigración política, una forma de emigración ante todo marginal, que implica, a menudo, personas que en cuanto trabajadores educados políticamente bajo el influjo del fenómeno migratorio, se oponen al fascismo y por ello se ven obligados a alejarse, tal y como se ven obligados a hacer muchos de los eslovenos y croatas entrados a formar parte del Reino de Italia, bien debido a que son perseguidos por motivos políticos y nacionales o bien por ser marginados del trabajo que desempeñaban como empleados del Gobierno y dinastía de los Habsburgo.

Con motivo de la II Guerra Mundial se agravan los perennes problemas económicos de la Región de Friuli y emanan otros nuevos relacionados con el éxodo de los italianos de Istria y con la problemática reinserción de la economía triestina en un contexto geopolítico radicalmente transformado. El fenómeno migratorio afecta también a la ciudad “juliana”, con desplazamientos al otro lado del océano que tienden a adquirir un carácter definitivo, tal y como sucede en el caso de las numerosas familias que, tras escapar de la Istria yugoslava, serán redireccionadas rumbo a Australia y Canadá en virtud de la intervención de organismos internacionales de ayuda a las “personas desplazadas”. Asimismo, se reactiva nuevamente la emigración no definitiva hacia países europeos, con frecuencia de forma clandestina tal y como se verifica a finales del siglo XIX, sobre todo en Francia, en Bélgica con sus minas, en el pequeño Ducado de Luxemburgo, en Suiza y, en los años 50‘s, en la República Federal de Alemania, que se convertirán progresivamente en las metas predilectas. No obstante, el desarrollo económico italiano registrado durante aquellos años, que puede contar igualmente con el uso que hace el sistema financiero de los grupos de emigrantes efectivos, afecta también al Friuli y a la Venecia Julia e induce a volver a aquellos que han adquirido durante su permanencia en el extranjero profesionalidad, espíritu empresarial y recursos que invertir. Las dinámicas migratorias tienden a invertirse y, en el año 1968, el número de retornos supera el de expatriaciones. En esta ocasión, serán las zonas marginales de la Región las que pagarán considerablemente las consecuencias de la emigración y del consiguiente despoblamiento, si bien el vasto proceso de reconstrucción tenido lugar con posterioridad a los terremotos de 1976 ofrecerá, asimismo, a los habitantes de estas áreas la posibilidad de regresar y de reincorporarse en un sistema económico y social profundamente transformado, hasta el punto de tener que recurrir sucesivamente a la aportación de inmigrantes procedentes de otras zonas y regiones del mundo.

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AIRE o Archivo de los Italianos Residentes en el Extranjero
Contiene los datos estadísticos actualizados hasta junio de 2006 de los ciudadanos de la Región de Friul-Venecia Julia residentes en el extranjero, por Provincia, por ATO (Ámbito Territorial Óptimo), por municipio, por continente y por país de destino.

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